lunes, 18 de marzo de 2013

Ser Emprendedor y Lider a la vez


 
Los cambios tecnológicos en  los sistemas de información han influido en todos los ámbitos socioeconómicos transformando los hábitos de las personas y sus relaciones, el trabajo, la forma de hacer negocios y la enseñanza de manera que, en general, el mundo resulta ahora más pequeño.
La globalización ha modificado el entorno de las empresas y la demanda se ha vuelto más variable y exigente en busca de productos y servicios que ofrezcan mayores niveles de calidad. El éxito o incluso la supervivencia de las empresas depende de su capacidad para afrontar este nuevo contexto. No basta con adaptarse a unas nuevas condiciones sino que hay que conseguir adquirir una capacidad de adaptación y de apredizaje continuas con las que afrontar los cambios de regulación, el ritmo acelerado de los progresos tecnológicos y los nuevos retos competitivos.
Desde el punto de vista empresarial se genera un cambio de valores. Se pretende lograr la identificación de las personas con la institución para reducir costes de coordinación dentro de una estructura descentralizada que permita realizar cambios organizativos permanentemente sin altos costes de adaptación y actuar con una mayor creatividad e innovación para generar cambios. En esta nueva dinámina empresarial es la persona y no la función la clave del éxito .
Hay que aceptar el presente con valentía y humildad de aprender y crecer constantemente si queremos tener éxito en nuestra aventura emprendedora. Deberemos además ser honestos y firmes en nuestros principios ya que son éstos los que nos haran poseer confianza y seguridad y nos otorgarán la sabiduría para saber cambiar el modo en que deberemos abordar las necesidades y oportunidades cambiantes que nos rodean.
El emprendedor deberá esforzarse en conseguir el liderazgo de su empresa en el mercado y, por añadidura el de su propia marca personal.
Si bien el liderazgo parte de unas capacidades intelectuales y de una habilidad en la ejecución de una ocupación, también es cierto que este potencial puede estimularse alimentando el talento y aprendiendo a sacar partido de los errores y de los propios aciertos. Por otro lado el conocimiento, la creatividad y las relaciones personales pueden constituir un valor añadido si queremos adquirir esta capacidad de liderar.
¿Es el liderazgo sólo cuestión de carácter? Probablemente no, ya que sin dirección se vuelve infructuoso y sin talento se extingue. El liderazgo emprendedor no puede vivir de espaldas al crecimiento intelectual. Tiene mucho que ver con educar y con la capacidad de actuar ante una situación de necesidad o de adversidad que nos negamos a aceptar, esa que nos genera miedo y que nos hace entrar en conflicto y negociar con nosotros mismos. Debemos ser capaces de enfrentarnos a las circunstancias apostando con esperanza, con optimismo, con responsabilidad y  con decisión para acometer acciones con disciplina y constancia, aprendiendo constantemente y  valorando el presente como un regalo.
Todo lo anterior no es más que la descripción de las cualidades que debe tener un buen lider y no es ni más ni menos que lo que se le exige al emprendedor actual, que se comporte como lider para poder culminar con éxito su aventura emprenderora.

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