jueves, 28 de marzo de 2013

Transición al Emprendimiento

 
Cuando te pasas años trabajando para una empresa y te esfuerzas a diario en dar los mejores resultados, si un buen día te entregan el finiquito, te encuentras con el horizonte de unos días de paro, el dinero de la indemnización y una probabilidad mas bien escasa de encontrar trabajo. Entonces te planteas montar algo por tu cuenta, como una buena salida.
Pero ¿cómo saber si ha llegado ese momento?. Si miras a tu alrededor descubres que muchas empresas fracasan en sus primeros años. Sabes que el éxito nunca está garantizado cuando se comienza una aventura y el miedo a perder el poco dinero que tienes te atenaza.
¿No sería más sensato hacer como todo el mundo y esperar prudentemente a encontrar un trabajo? ¿El emprendimiento es para mí? ¿Realmente puedo conseguirlo?.
Emprender es arriesgado. Indudablemente existirán muchos momentos malos y muchas críticas, pero dime ¿realmente tienes tanto que perder?. Piensa en la recompensa de no depender de otros cada día, de mirar al horizonte, arriesgarse y ganar. No consideres los reveses como fracasos sino como experiencias de aprendizaje que te endurecen y te hacen más sabio de cara a futuras oportunidades. La única diferencia entre los que tienen éxito y los mediocres es que los primeros actúan y si tropiezan se levantan y siguen intentándolo.
Si decides empezar esta aventura tendrás que renunciar a muchas cosas. Comenzarás ahorrando, suprimiendo aquellos gastos superfluos (salidas, viajes, gimnasio...) reemplazándolos por actividades que no te cuesten (paseos, leer,  correr al aire libre ...). También te verás en la obligación de optimizar tu tiempo, ya que deberás dedicar gran parte de él a tu negocio, pero ten presente que no por ello debes renunciar al ocio y a tu tiempo de relax.
Te ayudará en los inicios el ejercitar determinadas habilidades como hablar en público, relaciones personales etc.. y formarte en algunas áreas como el marketing, la contabilidad, el conocimiento de las nuevas tendencias.... para poder tomar las decisiones más acordes con las situaciones que se te planteen en cada momento.
Si todas estas reflexiones no consiguen calmar esa inquietud que sientes por lanzarte al mercado con "tu idea" de negocio, entonces ... !! Estás preparado!!! ¿A que esperas? Tu transición ha finalizado, sin duda, eres ya un emprendedor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario