viernes, 19 de abril de 2013

Actitudes del Emprendedor



¿Por qué en el mundo de los negocios unas personas fracasan mientras otras obtienen éxito? Está claro que algo hicieron mal. Por ello sería interesante tener en cuenta algunas pautas a seguir:
El emprendedor debe estar continuamente informado de lo que ocurre en su entorno, así obtendrá cierta ventaja sobre los demás al conocer las novedades y posibles oportunidades que aparezcan.
Por otro lado el continuo aprendizaje es clave para estar al tanto de nuevos avances tecnológicos y conocer nuevas técnicas de dirección y manejo de finanzas que le ayudarán a rentabilizar sus inversiones.
Otro factor fundamental es la capacidad para arriesgarse, de no tener miedo a entrar en nuevos mercados o incorporar nuevos productos. Además tiene que compaginar una dificil dualidad: mantenerse centrado en el trabajo y no olvidarse de hacer ejercicio ya que con éste último conseguirá disminuir su estrés y le permitirá pensar con claridad, de paso que evitará la aparición de algunas enfermedades.
También es importante la actitud que adopte al enfrentarse a los problemas, ya que estar motivado le aportará energía vital para salvar las dificultades. Por último le resultará muy enriquecedor no perder de vista sus origenes, ser capaz de mantener el contacto y estar en condiciones de explicarle a cualquiera la forma en la que se consiguió llegar al éxito, compartiendo con los demás su trayectoria.
Aunque nos parezca mentira la increíble historia del fundador de IKEA corrobora todo lo dicho anteriormente, ya que Ingvar Kamprad, con su nulo afán de protagonismo, pese a ser una de las fortunas más grandes del mundo, mantiene un estilo de vida sencillo y austero, sin lujos.
Con 17 años creó la cadena IKEA, basándose en las iniciales de su nombre y apellido y en las de la granja del pueblo donde nació. Era una idea que le rondaba en la cabeza desde los 7 años, cuando se dió cuenta de que podía comprar objetos al por mayor más baratos y más tarde venderlos por un precio mayor aunque económico. De esta forma con 22 años comenzó a vender muebles y editó su primer catálogo cuando tenía 25 años. Poco a poco se fué expandiendo por Europa y llegó a Estados Unidos.
Es un claro ejemplo de cómo la fé en uno mismo, el trabajo diario y la perseverancia pueden hacernos llegar tan lejos como nos propongamos. Con ejemplos como éste ¿Que necesitas más para empezar?. Si crees en tu proyecto, indaga sobre su viabilidad y lánzate en su búsqueda, seguro que lo consigues.

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